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La Medicina Funcional y las enfermedades tiroideas

El Hipotiroidismo es una enfermedad que se caracteriza por la disminución de la actividad funcional de la glándula tiroides, así como el descenso de secreción de hormonas tiroideas; esto entre otras cosas provoca la disminución del metabolismo basal, cansancio y otros trastornos.


Algunos de los factores desencadenantes de hipotiroidismo son por ejemplo la exposición prolongada a toxinas, mercurio o pesticidas, pues estos interfieren con el metabolismo de la hormona tiroidea, limitando su función; o incluso una disbiosis intestinal puede interferir con el correcto funcionamiento tiroideo.


Hipotiroidismo

Es común que para detectar problemas tiroideos se practiquen exámenes de sangre donde se evalúe la TSH, pero hoy se sabe que no es suficiente con esto, y que es imprescindible evaluar la T3, T4 libre, T3 reversa y anticuerpos tiroideos; en caso de que se encuentren anticuerpos positivos entonces se diagnostica enfermedad de Hashimoto, cuando esto sucede, estamos hablando de una enfermedad autoinmune, donde literalmente nuestras células de defensa están atacando a la tiroides.


Entre el 90 y 95% de las personas con hipotiroidismo, tienen enfermedad de Hashimoto.

Hashimoto es más que solo hipotiroidismo, mucha gente que vive con esta enfermedad y no es diagnosticada, vive con problemas de acidez estomacal, ganancia de peso, pérdida de memoria, caída de cabello, deficiencias nutrimentales, anemia, constipación, diarrea, inflamación intestinal, gases, alergias alimentarias, insuficiencia adrenal, ansiedad, fatiga, entre otros.


En la medicina convencional el tratamiento para este tipo de enfermedades es terapia hormonal, no reconociendo la importancia de el estilo de vida en el tratamiento, cosa que en Medicina Funcional es totalmente al revés, pues reconocemos que con un estilo de vida adecuado se pueden tener mejoras impresionantes en la calidad de vida, el enfoque de Medicina funcional atiende este tipo de padecimientos de la siguiente manera:

  1. Diagnóstico- Realizar los exámenes adecuados, medir no solo los niveles de TSH, sino T3 reversa (para verificar que la conversión de T4 a T3 sea adecuada), y verificar si existen o no anticuerpos de TPO.

  2. Identificar las causas. ¿Alguna vez has cuestionado porqué en la medicina convencional no se centra en identificar las causas de tus problemas de salud?, quizá es porque esto toma tiempo, pero en el enfoque de Medicina Funcional sabemos que es imprescindible conocer la raíz de cualquier enfermedad o desequilibrio para poder tratarla, es por ello que realizamos una matriz personalizada del paciente con una línea de tiempo donde sea posible identificar posibles hábitos, o eventos de vida que pudieron desencadenar ya sea toxicidad, o cualquier desequilibrio metabólico (ya sea uso de antibióticos, dieta, tabaquismo, uso de anticonceptivos, ansiolíticos, etc).

  3. Programa de ejercicio y detoxificación. El ejercicio regular estimula la secreción de hormonas tiroideas es por eso que es imprescindible integrar actividad física al tratamiento, lo mismo que planes de alimentación que apoyen la detoxificación, así como otras estrategias como saunas o terapias que ayuden.

  4. Soporte Nutricional. La Medicina funcional reconoce que una terapia dietética es imprescindible para mejorar la calidad de vida de los pacientes, e incluso para revertir algunos padecimientos, en el caso de enfermedades autoinmunes como Hashimoto la alimentación es fundamental, por ejemplo retirar alimentos con gluten, lactosa o los goicotrenos, así como obtener fuentes naturales de nutrientes como omega 3, vitaminas del complejo B y selenio que son importantes para la correcta conversión de T4 en T3.

  5. Tratamiento inmune. El 60% de nuestro sistema inmunológico se encuentra en el intestino, es por ello que cuando hay alguna enfermedad autoinmune, en lo primero que nos debemos enfocar es en tratar el intestino con terapias que equilibren la microbiota, traten la permeabilidad intestinal si esta existe, y disminuyan la exposición a posibles alérgenos.


Como podrás ver la Medicina Funcional se centra en el individuo y no en la enfermedad, uno de los grandes errores de la medicina convencional o alópata es que se han olvidado que las personas no funcionamos de manera aislada y que todos nuestros órganos y sistemas trabajan coordinadamente, de tal forma que si uno deja de funcionar, entonces tenemos que reforzarlos todos.


En Vita Plenus te ayudamos a encontrar la estabilidad y plenitud por medio de la Medicina Funcional.


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