El diagnóstico de enfermedades autoinmunes ha incrementado en los últimos 20 años, simplemente en el 2017, el 7% de la población estadounidense fue diagnosticada con alguna enfermedad autoinmnune, pero se sabe que hay personas que viven con este tipo de condiciones sin tener un diagnóstico(1).
Las enfermedades autoinmunes como lo indica su nombre son aquellas en las que el sistema inmunológico ataca tejidos, células u órganos del organismo, causando limitación en su función, inflamación y predisponiendo a otras enfermedades.
El control de las enfermedades autoinmunes desde el punto de vista funcional comprende cambios en el estilo de vida, manejo de estrés, ejercicio, dieta, suplementación, limitación en la exposición a toxinas y uso en su caso de hierbas medicinales, todo con vigilancia y supervisión de un profesional especialista en medicina funcional.
El artículo de hoy es para hablar del estado emocional y su rol en la salud inmunitaria, y es que la medicina funcional toma como una parte muy relevante del tratamiento de enfermedades inmunológicas el poder curativo de la mente y la actitud. Hay múltiples investigaciones que documentan que la risa y estados emocionales positivos aumentan la función inmunitaria(2), pero no solo solo eso, los efectos de la risa tienen efectos positivos en la liberación de estrés, en la promoción de relaciones sanas, en la disminución en la percepción del dolor, etc.
Algunos efectos positivos de la risa(3):
Incrementa la oxigenación
Estimula el corazón y los pulmones
Relaja los músculos del cuerpo
Liberación de endorfinas (los painkillers naturales del cuerpo)
Equilibra la presión sanguínea.
Mejora funciones mentales como estado de alerta, memoria y creatividad.
Las terapias de risa también pueden ayudar a:
Mejorar la actitud en general
reducir el estrés y tensión
promueven relajación
mejoran el sueño
Fortalecen las relaciones interpersonales
Mejoran la percepción de bienestar.
¿Cómo estimular la risa?
La risa espontánea tiene mucho que ver con la percepción de las situaciones, se sabe que conforme avanza la edad hay menos momentos de risa espontánea, pero si tomamos un rol activo en mejorar nuestro estado de ánimo, y lo añadimos dentro de nuestra rutina de salud, podemos sin duda reír más y vivir mejor, aquí algunas ideas.
Rodéate de gente más positiva, sin duda alguna rodearte de personas que se quejan todo el tiempo puede perpetuar tu visión negativa de la vida.
Sonríe. Al principio no importa que no sean carcajadas, la sonrisa es la antesala para mejorar tu ánimo y espejar emociones más positivas con los que te rodean.
Provoca que los demás te cuenten cosas graciosas, tal vez pregúntale a alguien con buen sentido del humor que te cuente lo más gracioso que le pasó en el día o en la semana.
Limpia to feed de redes sociales. Si en tus redes sociales hay una saturación de noticias tristes, eventos políticos, quejas de amigos, dales unfollow y haz un filtro de publicaciones cómicas, tiernas y amenas.
Todos los días ríete a carcajadas por 2 minutos. No importa que te sientas ridículo al principio, será un ejercicio interesante que puedes en principio practicar en soledad pero después invitar a alguien de confianza, verás como es contagiosa la risa.
Cuenta las bendiciones de tu vida. Agradece por todo lo bueno, si te pones a analizar lo bueno que te pasa verás que hay muchas cosas qué agradecer.
Haz cosas tontas. Que no te importe reírte un poco de ti y de situaciones normales.
Juega con mascotas.
Juega con niños.
Sonríe a la gente que pasa por la calle.
Si tienes más ideas o comentarios de cómo sonreír más en tu vida nos encantará saberlas. Si crees que este artículo le puede ser de utilidad a alguien no dudes en compartirlo y sobre todo, ¡sonríe!
Referencias
(2) Murray M.The Enciclopedia of Natural Healing. Third Edition. p173.