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El cerebro dinámico

En Junio tuve la oportunidad de asistir a la conferencia anual de Medicina Funcional del Institute for Functional Medicine, el siguiente es un artículo sobre mi participación en la misma.


cerebro dinámico

El lugar, el hotel JW Marriott en Los Angeles, California. El motivo, la conferencia internacional anual del Instituto para la Medicina Funcional. El tema, “El Cerebro Dinámico: Revelando el potencial de Neuroplasticidad para Revertir Neurodegeneración”.


Nunca antes se había congregado un grupo tan grande para este evento, 1,400 participantes de muchos lugares del mundo. La expectativa era enorme…y no defraudó.


Las ponencias abrieron con la máxima de Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), galardonado con el Premio Nobel por sus descubrimientos sobre la estructura del tejido cerebral, “En el adulto, las vías cerebrales son fijas e inmutables: todo debe de morir, nada puede regenerarse”.


“En el adulto, las vías cerebrales son fijas e inmutables: todo debe de morir, nada puede regenerarse”.

Durante décadas ese fue el concepto imperante: nacemos con una determinada cantidad de células cerebrales, que se van perdiendo conforme envejecemos y no existe la capacidad de formar nuevas estructuras que las reemplacen. Hasta que en 1998, Peter Eriksson y su grupo aparecieron en escena y con una sola frase cambiaron el devenir de la medicina: “Nuestro estudio demuestra que existe génesis celular en los cerebros humanos, que retienen el potencial para auto renovación a lo largo de la vida”. Muy claro, sin importar la edad de la persona, podemos seguir creando nuevas células cerebrales y mayor conectividad entre las que ya existen.


Apenas ahora, casi 20 años después de ese descubrimiento, es que empezamos a dimensionar las implicaciones de esa información. Los trastornos neurológicos incluyen una amplia gama de patologías que repercuten en forma dramática en la calidad de vida de las personas y de sus familias y, también, inciden en su expectativa de vida. Entre muchos otros destacan: el daño cerebral por traumatismo; los trastornos degenerativos como el Alzheimer, Parkinson o esclerosis múltiple; problemas cognitivos y de aprendizaje; epilepsia y una variedad de padecimientos del movimiento; depresión y ansiedad; etc.


Hasta ahora la comunidad médica estaba limitada para lidiar con estas condiciones y se conformaba con hacer recomendaciones muy vagas y poco efectivas, orientadas a tratar de controlar la sintomatología. No sabíamos que podíamos modificar el curso de estas enfermedades ni mucho menos que, en no pocos casos, se podría revertir el daño existente.


La información vertida durante los 3 días de presentaciones fue muy rica en su contenido científico y de gran impacto emocional. En varias ocasiones, durante la misma sesión, los asistentes pasábamos del asombro a las lágrimas. Pero lo más importante es el reconocimiento de que no se requiere de tratamientos complejos aplicables solo en centros especializados de investigación ni de fármacos esotéricos, de los que solo un puñado de pacientes seleccionados se puede beneficiar. No, estas medidas están al alcance de todos y están probadas.


“Pero lo más importante es el reconocimiento de que no se requiere de tratamientos complejos aplicables solo en centros especializados de investigación ni de fármacos esotéricos, de los que solo un puñado de pacientes seleccionados se puede beneficiar. No, estas medidas están al alcance de todos y están probadas.”

En los próximos comunicados haremos una breve sinopsis de las presentaciones más relevantes del congreso y de las opciones e indicaciones de tratamiento.


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